Migración a regiones, de la ciudad al campo.
Por Melisa Toro
Desde antes de la pandemia existe el deseo de los Santiaguinos de querer migrar a regiones, donde existe amplia gama de ofertas inmobiliarias del terreno soñado, en que no se explicita un gran tema, la sustentabilidad de dichas ofertas. La venta de lotes en zonas rurales es un negocio de doble filo que muchas veces no considera factores indispensables para la vida. Con el modelo de desarrollo actual, las cuencas hidrográficas no dan abasto para la explosiva migración masiva que viven las ciudades, bajo una visión de progreso que no es pensado para el buen vivir de sus habitantes, si no que el "copy&paste" de las metrópolis que hoy están en crisis. Sin considerar todos los factores medioambientales que imperan en el territorio. Aún existe la visión "colonial, oportunismo empresarial en los ecosistemas sin preservar su función natural solo explotar tanto en industria como vivienda en zonas que muchas veces no están considerados en el plan regulador.
La urgencia de una figura de protección para la no explotación de reservas naturales endémicas, es determinante para poder salvaguardar las especies de flora y fauna nativa fundamentales para el equilibrio ecosistémico como futuro de la población existente y proyectada
La pavimentación, instalación de fosas o luminarias, afecta la vida de animales como el aumento de temperatura del suelo para anfibios que cumplen funciones depuradoras como reproductivas de las plantas.
La institucionalidad esta llegando demasiado tarde a los cambios demográficos que están ocurriendo en Chile y las medidas que se toman no están diseñadas pensando en eficiencia, sustentabilidad y armonía con los mal llamados "recursos naturales." Una alerta a tomar consciencia tanto a compradores como vendedores respecto a la huella de carbono, pensando que lo que es pan para hoy no sea hambre para mañana.